El impresionismo, muy suelto de trazo, cuenta en la obra de Antonio Mesa con una sólida preparación dibujística. con una estructura corpórea que sitúa las composiciones en el espacio representado con recia presencia reforzade en muchas ocasiones con una valoración de las luces y de las sombras.Francisco Prados de la Plaza

A la pintura de Antonio Mesa no hay que buscarle ni parentescos, ni antecedentes, ni orígenes. Habría que situarla, en todo caso, dentro de un impresionismo candoroso y fuerte a la vez. Los bodegones, por ejemplo, irradian una belleza serena e impasible y transmiten una emoción que sólo consigue toda obra bien hecha, toda obra amorosamente hecha.

Pueblos pequeños y vivos, rincones insólitos, montañas y laderas viven y vibran en su esplendor de color, de ritmo, de trazos bien perfilados y mejor ajustados.

Esta es la obra de Antonio Mesa, pintor que está en la hora plenaria de su arte. Obra, repetimos, de una gran belleza y que estamos obligados a mirar con rigor y con amor y donde nace una completa integración entre el cuadro y quien lo mira.Matías Escribano, Director del Diario Nueva Rioja, Director RNE La Rioja y Navarra

Antonio Mesa es un pintor impresionista pleno, porque la expresión, o el expresionismo es otra cosa. A veces entre impresionismo y expresionismo hay semejanzas, pero la diferencia es que el expresionismo cuenta y la impresión conmueve. La pintura de Antonio Mesa es conmovedora. Los temas elegidos, o los estilos del pintor para descubrir lo que quiere pintar, son variados. En primer lugar tiene que impresionarle o conmoverle. Se mueve entre los personajes del mundo popular; el paisaje impresionante, abrupto y de largas distancias; y utiliza la técnica para el bodegón , con un verdadero sibaritismo en el relato. A veces una ciudad es más bella en la pintura que en la realidad. Esto mismo sucede con los bodegones de Antonio Mesa: la fruta, el pan, los cacharros y todo lo que conforma el bodegón es más atractivo que la realidad. Por eso en la pintura juega un papel decisivo la sensibilidad, que también es diferente para cada pintor, o cada artista, o cada hombre. El Creador ha construido al ser humano con las mismas piezas; pero hay una, y que es esa donde se aloja, la sensibilidad, que tiene orientaciones diferentes. Nadie ha sido más universal que el pintor para los diferentes modos de expresión o de impresión, y hasta de realidad, en su obra. Y algunos de ellos cambian su sensibilidad a lo largo de la vida. Picasso, por ejemplo. El modo de ver lo que se quiere pintar, es distinto en cada pintor. Antonio Mesa no desfigura el mundo que tiene delante, no aspira a convertirlo en símbolo, o en trazo, pero tiene una manera propia, o personalísima de hacerlo. Su realismo tiene más fuerza que la realidad. Es uno de esos pintores que podríamos denominar como emocionales. Su pintura es para la admiración y para la emoción. Su técnica es brillante, y poseedora de todos los recursos.Emilio Romero. Periódico ABC.

Cuando se recuerda el vaticinio de Modrian -y tantos más- de que las obras de arte futuro estarán relacionadas con el álgebra y serán realizadas por las máquinas, se disfruta doblemente contemplando una exposición de pintura-pintura, como ésta que Antonio Mesa nos ofrece. Aquí no hay frialdad de ciencia ni de mecanización, sino arte instintivo, belleza espontánea, emoción caliente, latir de humanidad.

Se da, además, la circunstancia de que Antonio Mesa, pintor granadino afincado en Madrid, es un artista de una variedad temática sorprendente. Hermosos paisajes de montañas, praderas y costas, figuras típicas o espléndidos desnudos, bodegones de gran vistosidad… en pequeños y gráciles apuntes o en grandes composiciones de imponente densidad plástica. Todo lo toca y en todo ofrece la sensación se un equilibrio maestro; demostrativo, evidentemente, de un gran oficio técnico y de una admirable sensibilidad artística.

Analizando esta pintura amena y grata -y por demás expresiva- se percibe como tónica general un dibujo seguro y suelto, sinceramente magistral; una composición armoniosa, de signo tradicional; y uncolorido bellamente entonado, valiente en sus contrastes de azules y verdes y perfectamente dominado en esas difíciles gamas de grises dulces, suaves, que realzan la serena belleza atmosférica de un motivo singular.

La figura, el ejercicio más difícil para un pintor de amplio registro, aparece aquí animada siempre, rezumando naturalidad y encanto. En los desnudos nos sorprende a veces con un fondo amarillo o carmín, duro y valiente, que resalta las otras tonalidades. Es un magnífico hallazgo. Y en los paisajes, tan auténticos como sugestivos, se ven aunados la fuerza plástica y el feliz instante ambiental. Son muy hermosas las perspectivas de los Picos de Europa. Citemos, entre ellas, «Nubes bajas» obra con la que el artista obtuvo la segunda Medalla de Pintura en ese concurso nacional que es el Salón de Otoño, de Madrid.

Aunque es ese insípido futuro artístico que nos han vaticinado nos tilden de rancios y arcaicos (?), bueno será que podamos legar a nuestros nietos estas meritísimas creaciones personales que aún tenemos la suerte de poder contemplar y adquirir. La pena es que nuestros abuelos no hayan pensado lo mismo de un modo más generalizado.
Antonio de Santiago , Crítico de Arte. Revista Oficial de la Asociación Española de Pintores y Escultores.

Hay veces que el artista, franciscanamente, se esconde tras su obra. Y quiere que ésta sirva -nada más y nada menos- para perpetuar un instante de la vida. La pintura, en ese caso, es un recipiente destinado a contener ese licor maravilloso que es la realidad.

Antonio Mesa es de ésos. Siente el hechizo de una puesta de sol, de unas casas reflejándose en el agua, de unas frutas sobre una mesa. La realidad, envuelta en luz, llega a nosotros. Su arte es una vasija que pretende servir.Pero tal vasija ha de estar perfectamente fabricada. Quiero decir que su arte tiene que poseer la sabiduría suficiente para que no lo veamos en la primera ojeada.

Antonio Mesa posee una técnica sabia -acaso, en ocasiones, está cerca de virtuosismo-, que le permite regodearse con un efecto de sol, un efectismo tal vez que pueda hacer peligrar la verdad de su arte.

Pintura ésta de Antonio Mesa, al margen de las modas. y, por ello, en sus mejores momentos. Pintura que no puede sufrir los cambios de esa moda.José Hierro

Antonio Mesa posee dominio técnico y sensibilidad colorista. Sus composiciones presentan el aspecto de lo seguro, de lo hecho de primer intento, aspecto éste que habla de esa seguridad y dominio a que nos referíamos.Francisco P. Asís. Revista Bellas Artes.

La pintura figurativa, género que cultiva Antonio Mesa con gran esmero, es fundamental en los bodegones, que están dentro de todas las calidades y categorías de la escuela castellano-andaluza del Barroco, con una pincelada muy bien difuminada de excelente fundido valorando las calidades táctiles de los objetos y su volumen.

Más concesiones al impresionismo hay en los paisajes en donde la pintura se resuleve en una mayor soltura, con una pincelada más agresiva y más agresiva y diferenciada, en la uqe están muy entonados los primeros planos y más velados los últimos para dar la sensación de profundidad que el cuadro requiere, y en los que cambia el sentido pictórico.

Bien construidas las figuras, con intencionalidad, dominio del carácter, y expresión de la individualidad y el grupo.

Antonio Mesa es, al fin y a la postre, un buen pintor.Antonio Gascó, Catedrático de Historia del Arte. Diario Castellón.

Nos encontramos ante un pintor de gran calidad. Mesa aporta a esta muestra una obra caudalosa de los más diversos tamaños y temas. Nos brinda la oportunidad de embelesarnos ante una serie de obras en las que figuran bodegones bien compuestos con elementos sabiamente seleccionados, figuras, pueblos, ermitas, desnudos, escenas de la vida cotidiana en las villas y los campos, paisajes con profundidad y atmósfera, temas de mar, catedrales, etc.

La exposición ya resulta cautivadora desde el primer momento por su luminosidad, por la estética de los motivos elegidos, por el amor que volcó sobre ellos el artista. Pero cuando nos acercamos a las telas y escrutamos en ellas observamos la calidad técnica en la cual destaca su forma de colocar la materia sobre el lienzo y los logros que alcanza por la pigmentación directa y simple, así como por la yuxtaposición. Mesa domina el dibujo y así logra perspectivas, profundidades y fugas en lontananza. Su paleta es extensa y luminosa aunque en ocasiones sean las nieblas lo que destaque en el tema elegido. Una exposición que emerge sobre el nivel normal de las que tenemos la oportunidad de ver en nuestra ciudad. Gonzalo Puerto. Periódico Mediterráneo.

En todos y cada uno de los cuadros de Antonio Mesa se aprecia de manera total, absoluta, el dominio de que hace gala dentro de una técnica depurada, aunando en su obra la perfección del color junto a la soltura y capacidad del dibujo.Julio Poo San Román. El Diario Montañés.

Antonio Mesa denota unos altos conocimientos técnicos que apoyan su inspiración de artista, pues es evidente que al marginar, por superados, los problemas que se plantean en la ejecución, puede discurrir libremente sobre la tela para dar paso a su inspiración. Y ciertamente, Mesa logra efectos realmente estimables pues juega acertadamente con el empaste acentuado donde refuerza el aspecto «matérico» de su pincelada, al mismo tiempo que combina sutilmente los matices atenuados de su gama cromática.J.M. Alvarez Emparanza. La Voz de España.

Antonio Mesa es primordialmente y ante todo un incomparable paisajista. La pincelada viva e inteligente, captadora de los matices más sutiles ; el ajustado y rico colorido, extraído con pupila perspicaz de la observación directa del natural; y los ponderados efectos lumínicos, definitorios de climas marineros o montañeses, de emotivas resonancias para el pintor se conciertan en una colección de telas de calidades realmente desusadas, que justifican la filiación mediterránea del autor.Jaime Esain. Diario Amanecer.

La obra de Antonio Mesa presenta solemnidad y buen hacer. La técnica impresionista da a los cuadros figurativos una gran soltura. En general pretende quitar a los cuadros una posible nota triste y crea desde esa perspectiva una apacible nostalgia.

Los cuadros de interiores pretenden captar la luz en la atmósfera. La atmósfera, que es siempre un tema apetecido por Antonio Mesa y perfectamente logrado.Itziar Zapiain. El Correo Español-El Pueblo Vasco.

Antonio Mesa es un pintor absolutamente dominador de los recursos del oficio y, al mismo tiempo, plenamente identificado con su labor creadora. Un pintor que exige y se exige. Que no se conforma con pintar cualquier cosa de cualquier manera amparándose en ‘ismos’. y modas justificadoras, sino que busca y consigue el ajuste absoluto a los cánones más estrictos de plasticidad cuidando con esmero cada labor, cada milímetro de tela.

Nos gustaría dejar bien sentado que los cuadros de Antonio Mesa son producto de una trabajosa capacidad de análisis, tanto como de unos pinceles perfectamente dominados, que saben exactamente lo que hacen: cómo lo hacen y por qué lo hacen. Que buscan y consiguen el ‘efecto’. sin pararse en efectivismos. Que saben transmitir sensaciones a fuerza de identificar, punto por punto. cada ‘fonía’. del lenguaje plástico.

Técnica, pues: lucidez interpretativa: retina de honda sabiduría: y color entre mediterráneo y celta. Así se podrían resumir las excelencias de la pintura de Antonio Mesa si, además, le concedemos un cien por cien de búsqueda de la verdad.Luis Suárez. Diario Región.